¿Has oído hablar de los calçots? Estas suculentas joyas de la gastronomía catalana son mucho más que simples cebollas alargadas asadas.

Son un festival de sabor y tradición que, cada año, enamoran a locales y visitantes en Sant Sadurní d’Anoia, el corazón efervescente de la comarca del Alt Penedès.

En este post, te guiaremos a través de los secretos mejor guardados para disfrutar de los calçots como un verdadero connaisseur.

¿Listo para elevar tu paladar a nuevos horizontes culinarios?

1. Elige el mejor momento para visitar Sant Sadurní d’Anoia

La temporada de calçots comienza típicamente en noviembre y se extiende hasta abril. Sin embargo, para capturar la esencia de su sabor, te recomiendo apuntar a los meses de enero a marzo. Durante este periodo, los calçots están en su apogeo de dulzura y textura.

¿Quieres evitar las aglomeraciones? Opta por un almuerzo entre semana y tendrás la oportunidad de disfrutarlos con más tranquilidad y autenticidad.

2. Dónde comer calçots: la elección perfecta

Sant Sadurní d’Anoia está salpicado de rincones que ofrecen calçots, pero no todos te brindarán la experiencia completa. Busca lugares que ofrezcan «calçotadas». Estas son normalmente masías, bodegas y restaurantes con parrillas al aire libre donde los calçots se asan a la perfección. Investiga, lee opiniones y no dudes en preguntar a los lugareños; ellos saben dónde están los tesoros escondidos.

3. Conviértete en un experto «calçoter»

Comer calçots es un arte y, como tal, tiene su técnica. Se sirven en tejas y se comen con las manos, así que prepárate para ensuciarte un poco. La clave está en pelar la capa exterior quemada, inclinar la cabeza hacia atrás y dejar que el calçot resbale a tu boca. Sí, es un ritual que incita a la risa y a la camaradería, ¡disfrútalo!

4. El maridaje es importante

No hay calçotada sin un buen vino o cava de la región. Estos caldos con cuerpo y alma son el complemento ideal para los calçots. Y no olvides la salsa romesco, esa mezcla perfecta de tomates, almendras, ajo y aceite de oliva que es la compañera inseparable de este manjar. Un buen maridaje es el que resalta los sabores sin sobresalir; busca asesoramiento en tu restaurante elegido para la combinación perfecta.

Ir a una calçotada es sinónimo de diversión, pero también de manchas. Vístete con ropa que no te importe ensuciar.

Ahora estás armado con los mejores consejos para disfrutar de los calçots en Sant Sadurní d’Anoia. No es sólo una comida; es una experiencia cultural que despierta todos los sentidos.

Así que embárcate en esta aventura culinaria, deja que tus inhibiciones se disuelvan con cada bocado y permítete ser parte de una tradición que se ha cocinado a fuego lento durante generaciones.

Si estás buscando un lugar dónde disfrutar de una jornada de calçots auténtica, no dudes en reservar mesa. Llevamos años sirviendo miles de calçots todas las temporadas.